miércoles, 28 de enero de 2009

Servicio de utilidad etimológica


Con suma urgencia se necesitan dadores de significado
de los errehachenegativos y los errehachepositivos
para la raíz 'temper'
Favor dirigir su donación a este mismo banco

Temper-a-
Temper-atura
Temper-amento

¿Se relaciona con el tiempo?
¿Con el color, calor o ánimo oscilantes?
¿Que misterio hay detrás de temper?
¿Por que la enfermedad se llama dis-temper?
¿Por que los humanos no tenemos una enfermedad relacionada con temper?
¿O será que nos basta con tener temperamento?

lunes, 26 de enero de 2009

El oro de lo humano


Enrique Lihn dijo: "Nunca di con el oro de lo humano". Yo creo que el oro de lo humano son los encuentros. ¿Que es para ti el oro de lo humano?

sábado, 24 de enero de 2009

El hogar de mi amiga Maca


Volver me puso a pensar en el hogar. ¿Dónde está el hogar? Yo creo que donde uno es reconocido. Reconocido, no como en el aplauso del público, no como en el premio de mejor compañera, no como en ganarse una beca. Reconocido como cuando los seres humanos se miran y se reconocen verdaderamente uno en el otro, como parte de lo mismo. En alguna parte leí sobre esto. Voy a buscarlo. Leí algo sobre un pueblo africano y las voces de sus miembros. Yo creo que es algo parecido, uno tiene una voz que tiene un lugar justo en el coro de voces de la tribu de uno. Y por eso, si canta es reconocido. Porque el resto de las notas vibran con uno, como un arpegio.

Me provoca contestarle


Hoy pienso que una necesita los espejos, como tu dirías sentirse reconocido, a veces porque una no se quiere o cuando una está autodestructiva; entonces se autoexilia del propio cuerpo y necesita un cuerpo y alma auxiliar para poder volver a mirarse, recordarse y reconciliarse con una misma.
Otras veces una necesita el espejo del otro para reconocer la felicidad, compartirla con el otro. En esos casos el propio cuerpo no basta porque el alma crece con la alegría. Entonces, el otro oficia de cuerpo y alma que ayudan a sentir la magnitud de la felicidad.
En ambos casos una se siente en casa, como la típica imagen de una sola o acompañada en un living a media luz o recibiendo la luz de una chimenea. El encuentro es entonces poder hacer el movimiento de encogerse y de estirarse frente al otro.
El hogar no solo tiene una coordenada física, está repartido en las personas que más quiere.
Hay distintos grados de experiencia de hogar; por ejemplo, cuando una logra sintonizar con algún desconocido y se logra una sonrisa mutua. Hay otras experiencias de hogar en que una siente que podría morir en paz en ese momento…, otra muy cómoda es poder chuchear a sus amigas, es como gozar del mutuo privilegio de decir subversivamente un garabato que solo con esa persona es lo mismo que decirle te amo...

miércoles, 21 de enero de 2009

El aire que se respira en minuestro living


Supe que Vinicius dice que ‘la vida es el arte del encuentro’
la existencia es un generoso manantial…
¿Cuántos encuentros pueden formar nuestro relieve interno?
He aquí una lista condenada a ser incompleta pero invitadora a completarse entre muchos:
El encuentro con alguien en quien estabas pensando
El encuentro con alguien querido en el lugar y momento más improbable
El encuentro con un ser querido después de su muerte
El encuentro con escritores, cantores, mendigos, y artistas y no artistas que tienen mensajes precisos en algún momento de nuestra vida
El Encuentro con quien compartir y producir vida
El encuentro con un grupo de desconocidos que al cabo de unas horas se comportan como una familia
El posterior reencuentro intencionado de ese ahora grupo de conocidos
El encuentro de unas gotas que en su pausada caída se transformaron en hielo
El encuentro de vapor emanando de la calle como un geisser urbano
El encuentro de un colibrí que regala su contraste de vuelo detenido
El encuentro de una laguna en medio de áridas montañas
El encuentro del suelo amarillo entre café, transparencias y resilientes flores rosadas
El encuentro de águilas regalando su canto a los caminantes
El encuentro de un camino para ir y volver
El encuentro de una vega para desmantelar el tedio
El encuentro de una pendiente para transformar el paisaje de agua detenida
El encuentro con uvas, chañar, porotos: frutos en el desierto
El encuentro de palabras que se trenzan formando paisajes exclusivos e infotografiables
O difícilmente revelables
El probable encuentro de miembros de un grupo de exdesconocidos en un lugar muy distinto al original
La generación de otros encuentros a propósito del encuentro de los exdesconocidos
El encuentro con la adversidad que se hace frente con el recuerdo de mágicos encuentros
El encuentro después del desencuentro
El encuentro como actitud de vida
La insistencia de poner al encuentro como fondo de pantalla
Como maquillaje
Como ropa de cada día
Como peinado
Aunque el desencuentro de deslice a veces por debajo de la puerta


Agregados por yus

el de un pensamiento propio y un gesto ajeno q le calza... sin querer queriendo
el de un desencuentro con otro desencuentro
el del insomnio de uno y la tristeza de un atardecer o un amanecer de otro
el de la comida y las ganas de comer
el de un maullido desesperado y el fanático de los gatos
el de dos bolitas dentro de una bolsa de bolitas
el de un espejo con dos locas estudiantes de psicologia
el de un viaje para adentro y un viaje para afuera
el de un email que viene y un email que va
el de un concurso de baile y unas balarinasviajeras con poca plata
el de quien hace una apuesta y el q la acepta
el de quien algo q contar y el q tiene algo q escuchar
el de un vino barato y la mermelada de damascos
el de quien piensa en los encuentros y el que está afuera encontrandose

Agregados por Mayo
El encuentro contigo....
El encuentro con otro cuerpo....
El encuentro mágico....

sábado, 17 de enero de 2009

La mejor edad


Mi papá tenía razón: los 30 es la mejor edad. Me sirve de ejemplo que el recordara entrañablemente un período de su vida.
Mi mamá quizás diría que los 70 es la mejor edad. Por eso admiro a mi madre.

Lo que provocan los amigos de ‘viaje’ de convivencia

Regalo para Pancho y María Isabel y regalo atrasado para Judith

Cuando uno tiene que jugar a vivir en otro lugar, la piel se vuelve de cuero de chancho y de tela de cebolla a la vez.

Por mucho tiempo mi piel era más bien de cuero de chancho: los afectos resbalaban por mi piel; todo lo que tocaba y recibía tenía el sello que todo vínculo estaba destinado a terminar. Esa piel era útil para cuidarse del futuro. Estaba garantizado: no entraba frío. Pero tampoco entraba suficiente calor.

Más tarde el amor me ayudó a descascarar esa piel que luego fue del color de los músculos y las venas. Solo me cubría una tela de cebolla. Cada palabra me sacaba roncha, cada presencia en el camino me inundaba de lágrimas. Esa piel no hace sostenible el presente. Entraba demasiado frío y demasiado calor.

Mis amigos de convivencia durante el viaje me enseñan a integrar ambas pieles.

Viajar es como disponer de una vida adicional con una fecha de término algo más clara que la de la vida. Por eso nos acordamos más de la muerte, la partida, y subrayamos los encuentros. Por eso quizás, uno agudiza la mirada y sabe reconocer a un amigo al poco rato de conocerlo, o le prescribes un acto psicomágico porque casi de inmediato esa persona te provoca el deseo que sea feliz.

Cone estos amigos rápidamente me he despojado del cuero de chancho y he quedado en tela de cebolla.

Pero no me gusta manchar con sangre los aeropuertos. Por eso me vuelvo a vestir con el cuero de chancho, así el cuerpo puede agradecer y conservar mejor los recuerdos; así puede usar esa materia gaseosa en obra, en materia que trasciende al simple par de personas involucradas y se vuelve semillas que quizás inspirarán a otras personas en otros viajes, en otros tiempos.

¿Tiene fecha el hogar?


Ayer, una vez más tuve que llenar un formulario. Valga decir que ello no es una tarea trivial. Llenar un formulario es equivalente a responder cuando un amigo te pregunta ¿como estai? Es como actualizarse frente a la sociedad, frente a la entidad más abstracta que hay, es como hablarle de cosas muy íntimas a alguien que no tiene cara o que es el promedio de todas las caras, nacionalidades, historias e instituciones.
Tuve que firmar, que es como decir chao y dar un abrazo a un amigo. Y también escribir la fecha, que no tiene más equivalente que la presencia del amigo.
¿Qué fecha puse? 16 de noviembre del 2008 (en realidad ocurrió el 16 de Enero del 2009).
Me fui de Chile el 13 de noviembre del 2008.
¿Será que hace solo 3 días tengo hogar?
¿Qué se detuvo?
¿En qué meses caben los 2 meses que llevo viviendo en otro país?
¿Será que en cada lugar donde una echa algo de raíz empieza un nuevo calendario?