domingo, 5 de julio de 2009

Las Fotos: el Rorschach nuestro de cada día


Gracias a mi amiga Vivi

Hacemos nuestra voluntad
acarreando un marco de fotografías a todos lados

-Aspiro a que la mayor parte de mis marcos
actualicen mi deseo-

Las fotos que sacamos
no retratan la realidad

La foto la hace el fotógrafo,
somos el colmo de lo histórico
rebalsamos el mundo con nuestra historia
fijada desde nuestro visor
en un click

el recorte del paisaje
nuestra captura del "afuera"
es el primer plano de nuestra alma

Todo click es un zoom a nuestra fantasía
aunque usemos un foco granangular
nuestro deseo camuflado en un archivo ".jpg" o en un papel mate

nuestro fascismo intolerable
que cuenta la historia qeu solo queremos contar

las fotos son nuestra oportunidad de vivir
nuestro sueño hecho realidad

La guerra de cada día se debate en quién
logra contar su cuento a su pinta
el secreto del guerrero es la sutileza

sábado, 20 de junio de 2009

El otoño que disfrutan los árboles


El otoño nos gusta
porque le ocurre a los árboles

Nos encanta ver como caen las hojas
o contemplar un paraje cubierto de rojo de hojas
y no por eso nos sentimos indolentes con los árboles

En la misma caída libre de las hojas
van las plumas
burbujas
cabellos

Pérdidas para cada uno, romanticismo para el observador

El tiempo que cicatriza y luego cae

La pérdida ofrece un paisaje y una experiencia bella
Rechazamos las separaciones
sin reconocer su belleza otoñal

Esta noche vi un árbol sonriendo
- El árbol prefíere sonreir que fotografiar -
al contemplar como se me caía un cabello
y como los humanos perdemos lo que amamos

Nadie sabe para quien trabaja

viernes, 19 de junio de 2009

Sostener


Sostener el peso
el mundo
la historia, de la universal, la chilena y la propia

Sostener las conquistas
de simpatías
de romances
de cualquier sincronía
de conexión conmigo misma

Sostener la mirada que al menos una vez por día cruzamos con un desconocido
y sostener la mirada con quien nos conoce íntimamente

Sostener la incertidumbre
tanto de la soledad como de la compañía

Sostener la buena racha y la buena cosecha
¿lo que significa volver a usar la misma tierra?
¿usar la misma semilla en otra tierra?
indudablemente al menos, usar la misma luz solar, y el agua de donde venga.

Sostener mis preferencias
Sostener las novedades gracias a las que reconozco que soy la misma
Sostener el camino a la muerte

Sostener una pluma en el aire
Solo con dos dedos

Sostener el equilibrio
el salto
una suspensión

Sostener una obra conjunta
o al menos el espíritu frágil que emana de la felicidad de una obra grupal

No todo se sostiene con las manos
ni con la espalda
ni en un baúl
ni con breteles

El mejor sostén que puedo vestir hoy
es el de la expresión
de oscuras formas que habitan dentro de mí
y necesitan luz exterior
no para adquirir color de neon
sino para que la luz o el sonido reflejado por otro ser humano
me muestre el matiz del deseo de cada día
que a veces acorralo antes de darle una oportunidad.

miércoles, 15 de abril de 2009

La necesidad - y el hábito - crean el órgano o El fin justifica otros fines


Me lanzaré desde este avión para conocer el paracaídas
Mezclaré ingredientes para que se generen las papilas gustativas del deleite
Hablaré otro idioma para celebrar los vacíos de mi lengua materna
Amasaré para crear un uslero
Plantaré para crear una semilla
Beberé para crear la sed
Pintaré para conocer el blanco y el negro
Me desnudaré para guardar nuevos secretos
Bailaré para vivir la quietud
Miraré a los ojos para que el cielo se llene de fuegos artificiales
Tocaré para cambiar mi piel
Subiré para que aparezca válido mi subterráneo
Lanzaré una moneda para inducir la fortuna
Me quedaré en silencio para que la felicidad haga ruido
Me despediré para conocer la necesidad
Ensuciaré la vida para embellecer más mi altar
Viajaré para echar raíces
Romperé una foto para revivir al difunto
Buscaré el encuentro para que el hígado cumpla su función
Creeré para que aparezca el futuro
Apostaré para saber ganar
Navegaré para que surja la corriente
Lavaré mi ropa para poder dormir
Me alejaré para saber acercarme
Conservaré un cofre para compartir la vida que está afuera de él
Respiraré para crear cataratas en mi jardín
Reemplazaré una guata apretada por acciones orientadas a fines
Haré una exposición con mis mejores obras para amar la exposición privada de mis actos fallidos
Viviré para no temer a la muerte

jueves, 19 de marzo de 2009

Casi cadáver exquisito de escritos propios


Hace un tiempo escribí esto y tuve la ilusión de dejarlo un rato para terminarlo después. Bueno, no ocurrió como quería y perdí el hilo de esto. Ahora debo publicarlo porque tiene un final forzoso (aparecerá en el segundo fragmento)

En tiempo similar a yus (http://polimorfica-enojosa.blogspot.com/2009/02/como-con-juguete-nuevo.html) me preguntaba ¿me gusta el cambio o la rutina? Para no responder la frustrante respuesta 'depende' escribo lo siguiente.
Hay rutinas que necesito sin darme cuenta. Por ejemplo el hogar, los muebles y la familia. A todos ellos los he apreciado más o he descubierto más su valor cuando han estado ausentes. Donde vivo ahora tengo otra rutina: encontrar una araña que vive entre la malla y la ventana del baño. Todos los días antes de abrir la llave de la ducha la busco; siempre anda en un lugar distinto, a veces con la cabeza hacia arriba, otras hacia abajo, ¿será cabeza eso? El día que mas me alegró fue cuando estaba de lado, podía posar 4 frágiles patas en los minúsculos hoyos de la malla (que da hacia la ducha) y las otras cuatro en la ventana. Experta en equilibrio en movimiento vivía. Un día me sorprendió la importancia que esta araña tiene para mí cuando me asuste al no divisarla. Rápidamente la busque detrás del shampoo y ahí estaba, en diagonal buscando algún insecto o esperando el salpicón de ducha de cada DIA. Ahí supe que la respuesta a mi pregunta inicial no es simple, incluso que reconozco mi placer por las rutinas. Poniéndole mas color (o wendy) al asunto, Forrest también me ha mostrado cuanto disfruto sus rutinas (ver detalles en http://polimorfica-enojosa.blogspot.com/2009/01/normal-0-21-false-false-false.html). Tampoco tengo problemas si almuerzo toda la semana lo mismo, haciéndome jugo de naranja y rollitos de jamón con palta cada desayuno o puedo pasar un mes escuchando un solo cd hasta que me hastío de el y de escucharlo aun cuando no lo reproducen los aparatos electrónicos. Algunas rutinas pueden producirme fascinación y fanatismo. Pero ocurre también que suelo rebelarme a algunas rutinas que instauro para mi misma. A principio de año completo religiosamente un horario y lo ubico cual espejo frente al computador. A las dos semanas ya no me reconozco en ese espejo y hago las cosas igual pero en horarios distintos; se salvan danza o el gimnasio. Incluso a veces no voy a donde me comprometí aun siendo un tan buen panorama como ir a ver a mi amiguísima de Valpo. También soy infiel a mis rutinas. De todo esto concluyo que soy incondicional a cualquier rutina que se me impone y me cautiva por alguna razón: asombro, belleza o exquisitez. Dicho de otra manera soy fiel a los regalos repetidos, soy incondicional cliente de quien decide invertir la tremenda energía que significa instaurar una rutina y la ofrece al mundo o a su pedacito de mundo que afortunadamente se cruza con el mío. Cuando me vaya de acá echare de menos a Forrest, la araña, el semáforo que me habla, las clases del gimnasio.
Cuando llegué, me sentí cebollenta por echar de menos al conserje de mi ex edificio a quien le pedía la llave del estacionamiento de bicicletas. Cada día me preguntaba “¿Cuál, la verdecita o la blanquita?” Yo esperaba que terminara su pregunta adornada diariamente con la misma entonación musical y le respondía, la blanquita y el me decía laaa blanquita. Ahora pienso dos cosas nuevas: los conserjes cumplen la agradable e injustamente mal pagada función de hacerte sentir en casa antes de entrar a tu casa.
Lo segundo es que necesito las rutinas, las que ocurren dentro y fuera de la familia o dentro y fuera del hogar; les hago una oda y me declaro una empecinada buscadora de “variadas rutinas”.
…Ví la película Whisky el personaje principal necesita las rutinas, la rutina es su única forma de vivir, incluso luego de convertirse en millonario sigue trabajando en ese lugar feo…

Bueno, ahora tengo que pedir un minuto de silencio. No lo quise dilucidar de inmediato; el primer día pensé o quise creer que estaba descansando; al otro día lo confirmé. La arañita ha muerto, casi como un anuncio del término de un ciclo; el próximo miércoles me cambio de casa. Paso del desierto al bosque, del piso plano a escaleras y relieves; de la soledad de una casa-dormitorio (aunque no tanto por mí sino por mi compañera de depto) a una casa que aparentemente sus dueños disfrutan; incluso trabajan en la misma casa. Hace 23 años que no vivo en casa (excepto un mes en la antigua casa de Vivi).
Tendré la oportunidad de vivir en una casa sin rejas y eso me gusta; tiene antejardín y la callecita es como del sur de Chile. Me voy a empezar la primavera en un bello hogar y aparentemente rodeada de bellas personas. Araña: te llevaré conmigo.

-----o------

Distinciones entre rutina, disciplina y obsesión. Ahora se que en la disciplina esta la sabiduría, en las otras están la resignación a una vida determinada por otros y la exacerbación de la disciplina; tanto la rutina como la obsesión son una rendición completa a la inseguridad.
Como si fuera un o una sabia, la disciplina no te llama ni se impone como un dogma; sino que espera humilde a que lleguemos a darle la mano en distintas etapas de la vida. Digo humilde porque si bien sabe que es lo mejor para nosotros no nos llama impulsivamente.

-----o-------
oh! rutina viene de rueda. No me gusta lo completamente circular; prefiero los espirales.
En cambio disciplina se asocia a discere o aprender; docente-discente (quien enseña y quien se deja enseñar) o discípulo, díscolo, [yo me pregunto ¿y discernir?]; sciere = saber; sienta= ciencia
Inicialmente Discipulina: el esfuerzo que hace el alumno por aprender

lunes, 2 de marzo de 2009

Todas somos y seguiremos siendo reinas




Es justo decir que este escrito esta obviamente inspirado en el poema ‘Todas íbamos s ser reinas’ de Gabriela Mistral, y menos obviamente en la historia que nos ha tocado vivir y afortunadamente he podido elaborar con mis tritonas, amigos, parejas, madre biológica y adoptivas (incluyendo suegras), terapeutas, desconocidos, artistas y en especial cantautores. Dedicado a todas las mujeres del mundo.


Me parece justo agregar a las palabras de Gabriela que no solo íbamos sino que somos y seguiremos siendo reinas. Para que este enunciado sea cada vez más real, tenemos que creer que lo somos y actuar en consecuencia. Eso no siempre es fácil, porque experiencias externas nos conduce a pecar de olvido. Hay mujeres para las que desafortunadamente esas circunstancias externas no se llaman eventos aislados sino cultura. Creencias, chistes, amenazas, procedimientos para casarse, condiciones estructurales condicionan a mujeres de muchos lugares a una vida cenicienta (el alcance de nombre es intencionado, también me refiero al aspecto gris de las cenizas). Mas aun en algunos lugares de Africa la cultura dicta la circunsicion clitoreal impidiéndoseles conocer el placer sexual. En este momento me detengo y dudo... Me parece casi una crueldad seguir sosteniendo que las mujeres somos reinas. Pero hasta ese mismo extremo geográfico y cultural quisiera que lleguen mis palabras y poder convencer a toda “xx” que merece procurarse una vida de reina.
Por supuesto que no quiero proponer la imagen oligárquica de reina; más bien quiero dirigirl@s a los cuentos infantiles, o las experiencias de reina que se ven en la historias como Candy, los breves momentos en que las mujeres que se casan se sienten reinas, o cuando son elegidas reinas en algún concurso, o incluso cuando las niñas se visten de reinas cuando hacen la primera comunión. En todas estas imágenes está esa sensación de ser vista por muchos simultáneamente, reconocida sin distorsiones ni envidias, valoradas en la propia belleza física y espiritual que en cada caso encuentra una combinación única y digna de ser traducida igual y paradójicamente en una única palabra – reina -. Lo útil de estas imágenes es que son lugares comunes a través de las cuales se puede abrir una puerta para transmitir mensajes mas específicos.
Ser reina para mí es decidir cada paso de la vida como persona y no desde un rol, es decir que antes que madre o hija una es una persona contenedora de muchos roles. Ser reina es emparejarse para ser mas feliz de lo que somos (o debiéramos lograr ser) estando solas y no para sufrir; ser reina es serlo y procurar que cualquier mujer con quien me cruce también lo sienta. Ser reina es no cansarse en destinar las energías para que las mujeres que queremos no se olviden de eso. Ser reina es rendir tributo a nuestra madre biológica en primer lugar y a todas las mujeres mayores que nos regalan su propia pieza de felicidad y sabiduría. Ser reina es cultivar esa magia con las niñas que nos rodean y procurar no olvidar eso cuando esas princesitas crecen.
Ser reina es poner las manos en contacto con la tierra, la sangre, la piel, el sudor y el semen. Así como con los perfumes, la tecnología, condimentos, palabras, formulas, nuestro propio dinero, la suciedad y materiales de construcción. Es procrear, buscar la poesía, pronunciar garabatos, bailar, ser seductora y 'puta' a toda honra en la cama con quien amamos o deseamos profundamente. Es brindar, celebrar, emitir caricias y a veces inevitablemente cachetadas; es tocar el mar, el aire y los sueños. Es hablar y trabajar por la justicia. En fin, ser reina es ser completamente 'seras humanas'.
Mujer, por favor nunca olvides que somos y seguiremos siendo reinas. Y si ves a tu lado a alguna mujer disfrazada de cenicienta, háblale, ofrécele tu abrazo, tu escucha, tu testimonio. No dejamos de ser reinas porque el amor de quien teníamos al lado se esfuma, por ser engañadas, por sufrir un accidente que nos desfigure, por perder un trabajo, porque simplemente no siempre somos la primera en la lista de las preferencias de quien nos ama o porque nuestras miradas no tuvieron eco. Somos reinas solo porque nacimos.
Es nuestra misión hacernos cada vez mas reinas, así como lo lograron y hoy les agradezco a Clara Zetkin en Copenhague, muchos antes Lisistrata en Grecia o las 140 mujeres de la fabrica Triangle en Nueva York.

Con todo esto no propongo a la reina por sobre los hombres que también me parecen dignos de la palabra rey, por eso este no es un escrito feminista, sino simplemente una apología a lo femenino, un recordatorio a veces desesperado a mujeres que amo y lo olvidan, a mi misma y a otras de esta y otras épocas que no conoceré.

Para terminar cito el final del poema de Gabriela Mistral:
"En la tierra seremos reinas,
y de verídico reinar,
y siendo grandes nuestros reinos,
llegaremos todas al mar."

domingo, 1 de marzo de 2009

Para Hippie metal, su familia y Víctor


Estoy impresionada con la muerte de hippie-metal… un artista chileno que murió recientemente en Barcelona; ver en http://psnoticias.blogspot.com

Le tenía cariño a hippie-metal. Creo que fue importante conocerlo en mi vida. Él fue uno de tantos que afortunadamente conocí y me mostró el desapego a los esquemas hiper estructurados de vida que era lo que principalmente conocía hace 14 años atrás.
Me daba la impresión que él vivía en el segundo piso, o en la manzarda o en el mirador de la vida; en su caso es más preciso decir en el mirador de su barco ya que fue marinero mercante. Con esto me refiero a que uno puede decidir si quiere que la vida ocurra principalmente en los problemas concretos y cotidianos (el primer piso o el subterráneo); o en los sueños, en los asombros (para lo que siempre se necesita una escalera). Prueba de eso es que una vez que los fuimos a ver, contaron un episodio de cuando le tuvieron que sacar una muela y fueron de urgencia a la asistencia pública. En ese tiempo me impactó lo concreto de la experiencia. Pero ellos lo contaron mezclado con tallas y risas y probablemente no ocupó gran parte de la conversación; en cambio, lo recuerdo más involucrado en una conversación que tuvimos acerca de ‘el gesto’ y qué significaba eso para él. Nombraba la palabra gesto con énfasis, tratando de decir cuanto estaba involucrado en eso; probablemente había muchas imágenes y experiencias adheridas a la enunciación de esa palabra.
Desde aquí mando mi adiós a Gustavo mis cariños a Agustin y su pareja (lamentablemente soy horrible recordando nombres, también le tenía cariño a ella) con un gesto de gratitud, desde aquí, el mirador de minuestrohogar.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Inhóspito


Este es un escrito previo al necimiento de este blog (como a las 2 semanas de llegar a USA), pero fue quizás lo que impulsó su creación, por eso decido agregarlo. Es bueno ver que ahora contrasta con minuestro[nuevo]hogar.

Me envolví como un chanchito de tierra
Y me creí libre de hábitat
Rápidamente comencé a jugar el juego de vivir en otro lugar:
Simplemente se trataba de comer en otro lugar, trabajar en otro lugar,
dormir en otro lugar, dejar mi lenguaje en otro lugar y reemplazarlo
por otro, pasear en otro lugar.
No le di importancia a los muebles ni a los distintos rincones que
creamos en casa.
Hasta ese momento podía bastarme con mi propio cuerpo como hábitat.
Contenedor de mi pasado y de la parte de vuestro pasado que ustedes me
han regalado.
Hasta que un día lloré al despertar, lloré cuando casi ni hablé por el
chat con unas amigas en el gmail y luego salí a la calle y volví a
llorar.

Me di cuenta que para jugar este juego, engaño muchos presentes aquí
en USA con antiguos presentes de Chile.
Que no sueño con este lugar ni con personas de acá.
Que me visto con memorias antes de salir a la calle;
Que siempre antes de salir de casa me doy una vuelta sin sentido como
buscando una trinchera;
Que hablar con mi compañera de depto y mi pasar por la oficina es el
equivalente al tiempo que en Santiago vivo cuando ando en el metro
Y que estoy realmente en casa cuando leo los e-mails, blogs y
facebooks de quienes quiero.
Entonces me reconozco desencontrada
porque invertí los tiempos y me siento en casa una hora diaria y mi
tiempo de 'traslado' dura como 15 horas por día;
porque suspendí tantas conversaciones
Y movimientos
Y abrazos
Y la inmediatez de tantos encuentros
Y rutinas que a la distancia se tornan entrañables (aquí aparece el
riesgo de ponerse cebolla o más cebolla de lo que ya soy).

Entiendo más al protagonista de Martín Hache cuando decía que echaba
de menos los techos de Buenos Aires. En cualquier cosa y de la manera
más arbitraria se puede fijar la sensación de desencuentro.
Entiendo más que una a la distancia pueda ser más impulsiva o
irracional para tomar una decisión, como de pronto querer devolverse
luego que alguien te dice 'you're welcome', porque esa expresión sirve
para decir tanto "de nada" como "bienvenida"; me parece un sacrilegio
nombrar a ambas cosas por igual.

No sufro extrañamiento porque creo que extrañar es sentirse fuera de
las entrañas de alguien en particular.
Sufro desencuentro
Siento deshabitat
Desnicho; quizás de ahí derive la palabra desdicha.
No añoro un abrazo, una cara, una presencia, un color, un olor, un sabor.
Añoro mi hábitat que es el resultado de una fórmula desconocida; una
delicada ponderación de no sé cuantos ni cuales elementos.
El hábitat que vuelve a los espejos pan de cada día.

Acá los espejos aún son solo espejismos
Aquí mis movimientos no tienen eco
Y el sonido de mis palabras se desvanece antes
Aquí solo leo partes
Y aspiro a ser parte de un todo
Allá ni me daba cuenta que chapoteaba en el todo.

viernes, 20 de febrero de 2009

En vez de cantimplora


Vacío mi mente
De escenarios y diálogos
Pasados y futuros
En mi bolso de viaje solo llevo dos palabras
Solo para momentos de amnesia.
Una es piel, la otra es respiración; el órgano del y la llave para entrar en el presente.

lunes, 16 de febrero de 2009

Gotera sin arreglar


Hoy no quiero ser saludable, ni bella, ni optimista, ni cuidadosa.
La autodestrucción logra ser magnética, tentadora.
Es como decir que hoy soy infiel… pero conmigo misma.

Cons/des-truir
Al-truismo
Tru-pan
True

miércoles, 11 de febrero de 2009

La felicidad


Para poder integrarse,
para poder mirarse al espejo y sonreírse a una misma,
Es necesario adornar el peinado con todos los logros
Y también en alguna parte del rostro y del cuerpo, hacer un espacio visible a los fracasos,
quizás no hay que ponerlos todos juntos para poder digerirlos mejor,
para poder mirarlos fijamente mientras nos sonreímos.

No es cosa fácil tragar el hueso de nuestra propia muerte
O ver la cicatriz que está justo en la comisura de los labios, ahora sonriendo
No es fácil retroceder la película y ver cada cuadro sin que comience a tiritar el pie apoyado en el metatarso,
porque sabemos el final de la historia,
porque es la única película que no se puede editar.

No es fácil encontrarse en el cine viendo la continuación de la película a la que rehuimos participar, en vez de aquella por la que pagamos;
Y luego de verla contra la voluntad, tener la certeza, - recién ahora, ese es el detalle - que habría sido mucho mejor, más bella, más conmovedora con nosotros como protagonista.

Pero la felicidad es también poder hacer todas estas cosas
No es solo surfear arriba de la ola.
Es decir, poder lavar los platos, coser la ropa, arreglar los artefactos que usamos a diario, cortarse las uñas, desinfectar el alma, barrer las palabras con las que a veces cubrimos la mirada de quienes queremos.
La felicidad es hacer silenciosamente una apología de nuestro enrevesado camino.

Creo que en la película “Hierro 3” de Kim ki duk se ve esta forma de entender la felicidad.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Nieve


Cuando nieva ocurre un acontecimiento; nos cambia el suelo, algo cae pero sin sonido alguno.
Incluso a veces pareciera que la nieve se emite desde la tierra hacia el cielo. Nos sugiere que el tiempo tiene la forma de hojuelas, que su ritmo es desordenado y que su movimiento es sinuoso. La nieve nos propone mirar a través de unos anteojos que muestra todo jaspeado.

¿Por que siempre que la naturaleza cae es un acto bello? Cae el agua, las hojas, los rayos, las estrellas y para todo esto existe más de una canción o una poesía.
Mirar hacia arriba nos condiciona a una posición de admiración.
Hoy cae un designio de la naturaleza y nada podemos hacer por evitarlo. Hoy el agua cae sólida pero sutil sobre nosotros, se aloja en cualquier intersticio de nuestra piel natural y artificial. La nieve vence el paisaje urbano. Vuelve humildes a los techos, los sistemas de calefacción, las cañerías, la laca, el maquillaje, los colores que imponemos en nuestro hábitat, y nuestros deseados 37 grados.

miércoles, 28 de enero de 2009

Servicio de utilidad etimológica


Con suma urgencia se necesitan dadores de significado
de los errehachenegativos y los errehachepositivos
para la raíz 'temper'
Favor dirigir su donación a este mismo banco

Temper-a-
Temper-atura
Temper-amento

¿Se relaciona con el tiempo?
¿Con el color, calor o ánimo oscilantes?
¿Que misterio hay detrás de temper?
¿Por que la enfermedad se llama dis-temper?
¿Por que los humanos no tenemos una enfermedad relacionada con temper?
¿O será que nos basta con tener temperamento?

lunes, 26 de enero de 2009

El oro de lo humano


Enrique Lihn dijo: "Nunca di con el oro de lo humano". Yo creo que el oro de lo humano son los encuentros. ¿Que es para ti el oro de lo humano?

sábado, 24 de enero de 2009

El hogar de mi amiga Maca


Volver me puso a pensar en el hogar. ¿Dónde está el hogar? Yo creo que donde uno es reconocido. Reconocido, no como en el aplauso del público, no como en el premio de mejor compañera, no como en ganarse una beca. Reconocido como cuando los seres humanos se miran y se reconocen verdaderamente uno en el otro, como parte de lo mismo. En alguna parte leí sobre esto. Voy a buscarlo. Leí algo sobre un pueblo africano y las voces de sus miembros. Yo creo que es algo parecido, uno tiene una voz que tiene un lugar justo en el coro de voces de la tribu de uno. Y por eso, si canta es reconocido. Porque el resto de las notas vibran con uno, como un arpegio.

Me provoca contestarle


Hoy pienso que una necesita los espejos, como tu dirías sentirse reconocido, a veces porque una no se quiere o cuando una está autodestructiva; entonces se autoexilia del propio cuerpo y necesita un cuerpo y alma auxiliar para poder volver a mirarse, recordarse y reconciliarse con una misma.
Otras veces una necesita el espejo del otro para reconocer la felicidad, compartirla con el otro. En esos casos el propio cuerpo no basta porque el alma crece con la alegría. Entonces, el otro oficia de cuerpo y alma que ayudan a sentir la magnitud de la felicidad.
En ambos casos una se siente en casa, como la típica imagen de una sola o acompañada en un living a media luz o recibiendo la luz de una chimenea. El encuentro es entonces poder hacer el movimiento de encogerse y de estirarse frente al otro.
El hogar no solo tiene una coordenada física, está repartido en las personas que más quiere.
Hay distintos grados de experiencia de hogar; por ejemplo, cuando una logra sintonizar con algún desconocido y se logra una sonrisa mutua. Hay otras experiencias de hogar en que una siente que podría morir en paz en ese momento…, otra muy cómoda es poder chuchear a sus amigas, es como gozar del mutuo privilegio de decir subversivamente un garabato que solo con esa persona es lo mismo que decirle te amo...

miércoles, 21 de enero de 2009

El aire que se respira en minuestro living


Supe que Vinicius dice que ‘la vida es el arte del encuentro’
la existencia es un generoso manantial…
¿Cuántos encuentros pueden formar nuestro relieve interno?
He aquí una lista condenada a ser incompleta pero invitadora a completarse entre muchos:
El encuentro con alguien en quien estabas pensando
El encuentro con alguien querido en el lugar y momento más improbable
El encuentro con un ser querido después de su muerte
El encuentro con escritores, cantores, mendigos, y artistas y no artistas que tienen mensajes precisos en algún momento de nuestra vida
El Encuentro con quien compartir y producir vida
El encuentro con un grupo de desconocidos que al cabo de unas horas se comportan como una familia
El posterior reencuentro intencionado de ese ahora grupo de conocidos
El encuentro de unas gotas que en su pausada caída se transformaron en hielo
El encuentro de vapor emanando de la calle como un geisser urbano
El encuentro de un colibrí que regala su contraste de vuelo detenido
El encuentro de una laguna en medio de áridas montañas
El encuentro del suelo amarillo entre café, transparencias y resilientes flores rosadas
El encuentro de águilas regalando su canto a los caminantes
El encuentro de un camino para ir y volver
El encuentro de una vega para desmantelar el tedio
El encuentro de una pendiente para transformar el paisaje de agua detenida
El encuentro con uvas, chañar, porotos: frutos en el desierto
El encuentro de palabras que se trenzan formando paisajes exclusivos e infotografiables
O difícilmente revelables
El probable encuentro de miembros de un grupo de exdesconocidos en un lugar muy distinto al original
La generación de otros encuentros a propósito del encuentro de los exdesconocidos
El encuentro con la adversidad que se hace frente con el recuerdo de mágicos encuentros
El encuentro después del desencuentro
El encuentro como actitud de vida
La insistencia de poner al encuentro como fondo de pantalla
Como maquillaje
Como ropa de cada día
Como peinado
Aunque el desencuentro de deslice a veces por debajo de la puerta


Agregados por yus

el de un pensamiento propio y un gesto ajeno q le calza... sin querer queriendo
el de un desencuentro con otro desencuentro
el del insomnio de uno y la tristeza de un atardecer o un amanecer de otro
el de la comida y las ganas de comer
el de un maullido desesperado y el fanático de los gatos
el de dos bolitas dentro de una bolsa de bolitas
el de un espejo con dos locas estudiantes de psicologia
el de un viaje para adentro y un viaje para afuera
el de un email que viene y un email que va
el de un concurso de baile y unas balarinasviajeras con poca plata
el de quien hace una apuesta y el q la acepta
el de quien algo q contar y el q tiene algo q escuchar
el de un vino barato y la mermelada de damascos
el de quien piensa en los encuentros y el que está afuera encontrandose

Agregados por Mayo
El encuentro contigo....
El encuentro con otro cuerpo....
El encuentro mágico....

sábado, 17 de enero de 2009

La mejor edad


Mi papá tenía razón: los 30 es la mejor edad. Me sirve de ejemplo que el recordara entrañablemente un período de su vida.
Mi mamá quizás diría que los 70 es la mejor edad. Por eso admiro a mi madre.

Lo que provocan los amigos de ‘viaje’ de convivencia

Regalo para Pancho y María Isabel y regalo atrasado para Judith

Cuando uno tiene que jugar a vivir en otro lugar, la piel se vuelve de cuero de chancho y de tela de cebolla a la vez.

Por mucho tiempo mi piel era más bien de cuero de chancho: los afectos resbalaban por mi piel; todo lo que tocaba y recibía tenía el sello que todo vínculo estaba destinado a terminar. Esa piel era útil para cuidarse del futuro. Estaba garantizado: no entraba frío. Pero tampoco entraba suficiente calor.

Más tarde el amor me ayudó a descascarar esa piel que luego fue del color de los músculos y las venas. Solo me cubría una tela de cebolla. Cada palabra me sacaba roncha, cada presencia en el camino me inundaba de lágrimas. Esa piel no hace sostenible el presente. Entraba demasiado frío y demasiado calor.

Mis amigos de convivencia durante el viaje me enseñan a integrar ambas pieles.

Viajar es como disponer de una vida adicional con una fecha de término algo más clara que la de la vida. Por eso nos acordamos más de la muerte, la partida, y subrayamos los encuentros. Por eso quizás, uno agudiza la mirada y sabe reconocer a un amigo al poco rato de conocerlo, o le prescribes un acto psicomágico porque casi de inmediato esa persona te provoca el deseo que sea feliz.

Cone estos amigos rápidamente me he despojado del cuero de chancho y he quedado en tela de cebolla.

Pero no me gusta manchar con sangre los aeropuertos. Por eso me vuelvo a vestir con el cuero de chancho, así el cuerpo puede agradecer y conservar mejor los recuerdos; así puede usar esa materia gaseosa en obra, en materia que trasciende al simple par de personas involucradas y se vuelve semillas que quizás inspirarán a otras personas en otros viajes, en otros tiempos.

¿Tiene fecha el hogar?


Ayer, una vez más tuve que llenar un formulario. Valga decir que ello no es una tarea trivial. Llenar un formulario es equivalente a responder cuando un amigo te pregunta ¿como estai? Es como actualizarse frente a la sociedad, frente a la entidad más abstracta que hay, es como hablarle de cosas muy íntimas a alguien que no tiene cara o que es el promedio de todas las caras, nacionalidades, historias e instituciones.
Tuve que firmar, que es como decir chao y dar un abrazo a un amigo. Y también escribir la fecha, que no tiene más equivalente que la presencia del amigo.
¿Qué fecha puse? 16 de noviembre del 2008 (en realidad ocurrió el 16 de Enero del 2009).
Me fui de Chile el 13 de noviembre del 2008.
¿Será que hace solo 3 días tengo hogar?
¿Qué se detuvo?
¿En qué meses caben los 2 meses que llevo viviendo en otro país?
¿Será que en cada lugar donde una echa algo de raíz empieza un nuevo calendario?