miércoles, 25 de febrero de 2009

Inhóspito


Este es un escrito previo al necimiento de este blog (como a las 2 semanas de llegar a USA), pero fue quizás lo que impulsó su creación, por eso decido agregarlo. Es bueno ver que ahora contrasta con minuestro[nuevo]hogar.

Me envolví como un chanchito de tierra
Y me creí libre de hábitat
Rápidamente comencé a jugar el juego de vivir en otro lugar:
Simplemente se trataba de comer en otro lugar, trabajar en otro lugar,
dormir en otro lugar, dejar mi lenguaje en otro lugar y reemplazarlo
por otro, pasear en otro lugar.
No le di importancia a los muebles ni a los distintos rincones que
creamos en casa.
Hasta ese momento podía bastarme con mi propio cuerpo como hábitat.
Contenedor de mi pasado y de la parte de vuestro pasado que ustedes me
han regalado.
Hasta que un día lloré al despertar, lloré cuando casi ni hablé por el
chat con unas amigas en el gmail y luego salí a la calle y volví a
llorar.

Me di cuenta que para jugar este juego, engaño muchos presentes aquí
en USA con antiguos presentes de Chile.
Que no sueño con este lugar ni con personas de acá.
Que me visto con memorias antes de salir a la calle;
Que siempre antes de salir de casa me doy una vuelta sin sentido como
buscando una trinchera;
Que hablar con mi compañera de depto y mi pasar por la oficina es el
equivalente al tiempo que en Santiago vivo cuando ando en el metro
Y que estoy realmente en casa cuando leo los e-mails, blogs y
facebooks de quienes quiero.
Entonces me reconozco desencontrada
porque invertí los tiempos y me siento en casa una hora diaria y mi
tiempo de 'traslado' dura como 15 horas por día;
porque suspendí tantas conversaciones
Y movimientos
Y abrazos
Y la inmediatez de tantos encuentros
Y rutinas que a la distancia se tornan entrañables (aquí aparece el
riesgo de ponerse cebolla o más cebolla de lo que ya soy).

Entiendo más al protagonista de Martín Hache cuando decía que echaba
de menos los techos de Buenos Aires. En cualquier cosa y de la manera
más arbitraria se puede fijar la sensación de desencuentro.
Entiendo más que una a la distancia pueda ser más impulsiva o
irracional para tomar una decisión, como de pronto querer devolverse
luego que alguien te dice 'you're welcome', porque esa expresión sirve
para decir tanto "de nada" como "bienvenida"; me parece un sacrilegio
nombrar a ambas cosas por igual.

No sufro extrañamiento porque creo que extrañar es sentirse fuera de
las entrañas de alguien en particular.
Sufro desencuentro
Siento deshabitat
Desnicho; quizás de ahí derive la palabra desdicha.
No añoro un abrazo, una cara, una presencia, un color, un olor, un sabor.
Añoro mi hábitat que es el resultado de una fórmula desconocida; una
delicada ponderación de no sé cuantos ni cuales elementos.
El hábitat que vuelve a los espejos pan de cada día.

Acá los espejos aún son solo espejismos
Aquí mis movimientos no tienen eco
Y el sonido de mis palabras se desvanece antes
Aquí solo leo partes
Y aspiro a ser parte de un todo
Allá ni me daba cuenta que chapoteaba en el todo.

3 comentarios:

  1. Cuando me escribiste esto por email te respondi con un poema de la pizarnik, remember?
    ahora te respondo con su prosa... te acuerdas cuando leimos la condesa sangrienta? bueno, ella era una fanatica de los espejos, aunque en un sentido bastante mas egocentrico q el q dices tu... para ella, el otro jamas podria ser un espejo.
    aqui va:
    "...vivía delante de su gran espejo sombrío, el famoso espejo cuyo modelo había diseñado ella misma... tan confortable era, que presentaba unos salientes donde apoyar los brazos, pudiendo permanecer muchas horas frente a él sin fatigarse.

    Podemos conjeturar que habiendo creído diseñar un espejo, Erzébet trazó los planos de su morada. Y ahora comprendemos por qué sólo la música más arrebatadoramente triste de su orquesta de gitanos o las riesgosas partidas de caza o el violento perfume de las hierbas mágicas en la cabaña de la hechicera o –sobre todo- los subsuelos anegados de sangre humana, pudieron alumbrar en los ojos de su perfecta cara algo a modo de mirada viviente. Porque nadie tiene más sed de tierra, de sangre y de sexualidad feroz que estas criaturas que habitan los fríos espejos."

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  2. Pero finalmente para Erzébet el espejo ilumina gracias al(os) otro(s).
    Entonces...El espejo es a la luna como el sol es a los otros.

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  3. Tarde ya para darte la bienvenida a las ciudades desiertas, de las que afortunadamente has escapado.

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¡Raya estas murallas!